EN RECUERDO DE MARISA ESTEBAN, ACTRIZ DEL CANDIL

Marisa Esteban, entre otras muchas actividades que realizó, fue una componente destacada de nuestro grupo. Empezó a participar como actriz en obras dirigidas por Moisés de las Heras Fernández (Moisés hijo) y fue actriz principal en muchos de estos montajes durante los años 2004 a 2009, año en que, por su enfermedad, tuvo que abandonar el grupo. Entre sus interpretaciones destaca su monólogo en la obra MONÓLOGOS CRIMINALES, año 2004 donde compartía escenario con Aida Caja, Christian Vázquez, Yolanda Sánchez y Moisés de las Heras hijo en un cuart
eto que viajó por toda España.

Su siguiente papel fue en LOS SAINETES DE LOS HERMANOS ÁLVAREZ QUINTERO (año 2005-2006) bajo el título “Mire usted, señor Baena, qué arte tiene la nena”, donde mostró su desconocida faceta cómica. De igual modo, la obra participó en muchos certámenes pero sobre todo en numerosas campañas de verano.

Su siguiente interpretación en nuestro grupo fue en GLENGARRY GLEN ROSE, de David Mamet, (2007) compartiendo escena con los arriba mencionados y con otros actores como Gloria Brasero, sumando galardones y viajando por toda España en diversos certámenes de teatro aficionado.
Otras actuaciones con el candil fueron PLATERO Y YO (campaña de verano de la Oficina de turismo 2006) ) o en las representaciones medievales en el teatro de calle en el Casco Antiguo en el Mercadillo de San Jerónimo. Suya es la gestión, en nombre del Candil, del acto benéfico VOCES PARA SOBREVIVIR, (2005) acto dirigido nuevamente por Moisés de las Heras (hijo) y el Candil planteó, desarrolló y llevó a cabo con su inestimable ayuda y promoción desde dentro del grupo y su donde también participó Marisa recitando poemas.

También colaboró y participó en LOS SUEÑOS DE DULCINEA, (2005) y en LA GATOMAQUIA, de Lope de Vega. (2008)
Pero si alguna producción destaca en la trayectoria de Marisa fue su papel de monja en GOLPES A MI PUERTA, (2009) del autor argentino Juan Carlos Gené, donde, de igual modo, recibió muchos y merecidos reconocimientos, viajando con la compañía, haciendo amistad con todos, una amistad que se prolongó durante cinco años.

Toda esta trayectoria suponen muchas horas, días, esfuerzo y trabajo de Marisa Esteban dentro de nuestro grupo el Candil, dentro y fuera de las tablas, ayudando tras los bastidores, realizando compras y encargos porque no sólo era actriz, era una mujer de teatro, gran colaboradora y de enorme sensibilidad. Y todo ello en un periodo donde el Candil se llenó de ilusión y juventud.